martes, 30 de abril de 2013

Los Corredores Solitarios

Los Corredores Solitarios

Cuando empece en esto lo hice por huir de la sensación de opresión que siente todo aquel que tiene que estar encerrado entre cuatro paredes por obligación mas que por gusto, la sensación de impotencia, de ver que el mundo avanza, aunque sea a trompicones, mientras tu te quedas estancado, en un bucle infinito, en el que el único avance es el de las manecillas del reloj. Un avance inexorable, en el que si pierdes el control de tu vida no solo no avanzas, sino que además empiezas a desviarte del rumbo que te gustaría llevar.
En paro, sin una oportunidad laboral a la vista, con demasiado tiempo libre, gustándome comer bien y beber mejor, era inevitable por mi tipo de vida sedentario, que antes o después, empezara a tener problemas de sobrepeso.
Así que lo de empezar a correr no fue una cuestión puramente deportiva, por salud, o por querer estar en forma, tenía también carácter psicológico, un tinte en ocasiones dramático  pues el ejercicio de correr aunque siempre acababa en el sitio de donde partía,  era un ejercicio en el que tomaba las riendas de mi vida, me obligaba a romper ese bucle, a salir, a ir contra mi propia naturaleza conformista y forzarme tanto física como psicológicamente a mejorar en mi vida lo que al menos estuviera en mis manos.
Y si de momento solo era esta parte de mi vida la que podía mejorar a corto plazo, no pensaba volver a quedarme en casa. Y salia a correr, algunas veces acompañado por mi mujer, o amigos, pero casi siempre solo, en un ejercicio de autocrítica, de autoanálisis, de reflexión personal, en el cual mientras avanzaba por el asfalto trataba de poner en orden pensamientos, eliminar miedos y al fin y al cabo tener una actitud positiva hacia lo que tenia por delante.
Pero con el tiempo comencé a echar de menos el correr junto a alguien, tener un grupo de mas o menos mi nivel, con los que compartir salidas, retos, sueños...
Fue entonces cuando entre en la pagina de los Corredores Solitarios, un grupo de runners de mi zona que parecían bastante activos, me puse en contacto con ellos y rápidamente me incluyeron en el grupo, un grupo bien organizado, que participaban juntos en carreras, hacían salidas diariamente, y que todos los fines de semana tenían algún reto por delante. ¡Hasta tenían un uniforme! Solo una pega, prácticamente ninguno corría por asfalto, y yo no tenia ninguna experiencia en correr por montaña, quitando lo poco que había echo siendo niño por el norte, y alguna salida ocasional.

Las vistas merecen la pena.
Ahí empece a probar las salidas por caminos, el primer día poco mas de 7 kilómetros en una hora, por caminos cercanos a mi casa, persiguiendo en una de las bajadas una lagartija enorme que corría desbocada delante de mi... y yo riendo como un chiquillo, disfrutando como un enano, algo que no dejo de hacer cada vez que salgo a correr por montaña. Me faltó tiempo para contárselo a la gente del grupo, había probado la montaña (eso creía yo) y me había gustado, no, ¡¡me había encantado!! y para colmo no me molestaba la lesión, ya que  la forma de correr por montaña, el trail running, no tiene nada que ver, hay zonas rápidas, zonas lentas, zonas técnicas, y el perfil del terreno en la mayoría de los casos te obliga a cambiar tu forma de correr, de pisar, te obliga a adaptarte a cada tipo de suelo, polvo, piedras, roca... algunos del grupo me dijeron que cerca de casa tenia una buena oportunidad de probar la sierra de fontcalent, que esa era una buena toma de contacto, y que era una ruta que no tenia perdida (eso decía Juankir).
Así que tan solo dos días después y tras mirar bien  el recorrido que me envía Juan, una de las personas que mas pendientes está de mi evolución, decido enfrentar ese reto. Salgo a las 7 de la mañana de casa con las primeras luces, voy a hacer el recorrido desde mi casa, ida y vuelta, y tras llegar a la falda de la sierra comienzo la ascensión  para entonces llevo 5 kilómetros en las piernas, así que no me pilla en frió  pero en algún momento me despisto y pierdo las referencias de la senda de subida, vuelvo sobre mis pasos tratando de encontrarla, pero no lo consigo, y justo cuando estoy a punto de darme por vencido y volver a casa la veo, y tras pensarlo 1 décima de segundo decido que estando ahí, tan cerca (no sabia lo que tenia por delante) no podía volverme a casa y decido iniciar la subida.
Al llegar aquí sabes que queda poco.
Ni que decir tiene que no cuento con zapatillas de trail, pero mis asics agarran perfectamente, aunque no me protegen el pie todo lo que me gustaría,  asciendo, poco a poco, parando en dos ocasiones a recuperar el aliento y las pulsaciones, sorprendido de tener que parar a descansar pese a estar subiendo andando, planteándome mas de una vez dar la vuelta, a fin de cuentas voy solo y si por arriesgar tengo algún problema me toca arrastrarme hasta casa, pero pongo todos mis sentidos en asegurar cada paso y llego a la cuerda que indica que estoy cerca de coronar la sierra, hago rapel los últimos metros y llego arriba, ascendiendo al collado de la derecha. Juan me dijo que si ascendía al collado de la izquierda podía subir hasta el punto geodésico  pero por hoy, para mi es suficiente, ademas, volveré otro día,  llego arriba y cumplo con mi ritual, llamo a mi mujer y mando fotos al grupo, para ellos esto es algo de todos los días  yo me siento como si hubiera subido el Mont blanc, y ahora si que me siento con fuerzas y ganas de salir con ellos un día.
Hago el camino de vuelta, con mucho cuidado en la bajada, es donde mas peligro hay, sobre todo algunas zonas de cascotes sueltos, pero llego de nuevo a la parte de abajo, y vuelvo con tranquilidad hasta casa, en total descontando el tiempo que he estado arriba sacando fotos y desayunando he tardado unas 2:40´ para un total de 15.6 kilómetros.
Cuatro días después estaba levantándome a las 5 de la mañana para acompañar a parte del grupo a correr por la sierra de Orgegia,  con Oscar, Fer, Francisco y Pez... y para suerte mía nos cayo un chaparrón,  digo para suerte porque me encanta correr mientras llueve, los colores son mas intensos, los olores  a tierra mojada, a campo, me retrotraen a experiencias vividas en el país vasco, en mi Vizcaya natal, que nunca me vio correr así  como corro ahora mas de 20 años después  y eso me hace correr con mas energía, mas feliz, normalmente el calor me apalanca, me siento lento, pesado y me cuesta esforzarme. Lloviendo es como si fluyera con el entorno, como si avanzar no me costase, y me viene bien, porque el ritmo que llevan estos chicos es endiablado.... Pez se queda en la parte de atrás del grupo conmigo, esperándome,  él este año va a correr la UTMB, (ultra trail del Mont Blanc) una ultra que pasa por 4 países y rodea el Mont Blanc cubriendo mas de 100 millas, o sea, mas de 160 kilómetros corriendo por montaña, mientras comes, bebes y haces lo que tengas que hacer, entended porque digo lo de esperándome.
Pez me dio mi primera leccion en montaña...si vas por encima de tus posibilidades, estas avocado al desastre, que es parecida a la numero 13, haz tu propia carrera, así que olvídate de subir al mismo ritmo que un grupo experimentado cuyo único objetivo es que revientes subiendo...(es broma) y Fer me dio mi segunda leccion de montaña: si crees que es vergonzoso bajar andando, imagínate la vergüenza de bajar rodando...lesiones posibles aparte.
    
Fer, Francisco, "the green forest commando"
y Pez sacando la foto....
Así que ese día, 5 corredores solitarios, bajo una lluvia en ocasiones intensa, en otras xirimiri hicimos la ruta que ellos llamaban la porra, una ruta que realmente no es ni mas ni menos que media maratón de montaña, con subidas a la sierra de Orgegia y la Serra Grossa, 21 kilómetros divertidos, intensos, maravillosos.... que no pude completar, ya que en el k14 mi cadera volvió a darme un pinchazo, avisándome de que ya estaba bien por el momento, y despidiéndome de todos y prometiendo volver en cuanto me lo permitieran mis circunstancias, y mi maldita lesión, los deje a pie de la Serra Grossa, batiéndome en retirada y completando solamente 17 de los 21 kilómetros.
Aun así  durante todo este tiempo, he disfrutado no solo de esa salida, sino de ver el apoyo que todo el grupo le ha dado a uno de sus miembros, Salva, durante una lesión, como han saturado el wathsapp cada vez que alguien decide unirse al grupo, fundiendo la batería de mas de uno,como han estado pendientes de "radio" Juankir, mientras completaba los 101 de ronda, (ciento un kilómetros ... sin palabras) en 16 horas.... y como uno de sus miembros, Pez, el mismo que me dio mi primera leccion de montaña era seleccionado ni mas ni menos que por Salomon como probador de sus artículos, zapatillas, etc de la linea de trail... otros me han mandado ofertas de trabajo, otros consejos... para que me esfuerce, para que me lo tome con calma,  y yo los escucho a todos, y sus consejos los hago míos  porque son consejos desde la experiencia y en definitiva son consejos bienintencionados para que sea feliz, y eso es lo que cuenta al final, porque demuestran que da igual si hemos corrido un UTMB, los 101 de ronda, un ironman o cuatro, todos y cada uno de los corredores solitarios somos igual de importantes, todos opinamos, tengamos razón o no, todos nos apoyamos, nos ayudamos y cuando vamos a uno de esos retos, cuando vamos a cumplir un sueño, todos vestimos de naranja.

    
Algunos de los corredores solitarios.
Quedan muchos Corredores Solitarios por nombrar, Miguel, Hortensia, Santi, Nacho, Alberto, los Antonios, los Felix, Vicente...  y los que cada día se siguen uniendo al grupo, algunos de aquí  otros de allí,  todos unidos por la misma pasión, el amor a la montaña y a esa sensación de libertad, al escalofrío del rocío de la mañana, a ver los primeros rayos de sol tiñendo el cielo con colores que la mayoría del mundo jamas vera....  pero esto no se queda aquí  esto es solo el principio de la historia, de sus historias que en ocasiones se mezclarán con la mía, y de la mía, con la que en ocasiones ellos se tropezarán.
Sea como sea los Corredores Solitarios llegaron a mi proceso existencial justo en el momento en el que mas los necesitaba, y en realidad, cuando los conocí....entonces eché a correr.

Dedicado a todos los Corredores Solitarios. Gracias.

















1 comentario:

Pez dijo...

Mira Samuel,....
Tras leerte entre algun escalofrio y medialagrima,
solo se me ocurre darte las gracias, porque este "grupo" no es mas que una suma de pasiones y tu, con tus amables lineas, con tus sensaciones, con tu valentia, no haces sino mejorar esto que tanto te ha gustado.
Espero que estemos solo ante el principio, SE que saldras del tunel, que SALDREMOS, porque a los buenos,.... Nos tiene que ir bien.
Compartamos vida desde nuestras zancadas, aprendamos, sigamos disfrutando, sigamos viviendo intensamente, Carpe Diem, gracias!